Nicaragua, 2016
¿Primera vez? No tengas miedo, no dejes que las películas que a veces nos hacemos en la cabeza te limiten, obviamente es necesario tener algunas precauciones, revisar los índices del país, los lugares seguros y a donde nunca ir. En lo particular Nicaragua es un país bastante seguro si eliges este destino en particular. Viajar solo es una experiencia enriquecedora.
Quise explorar sola esta gema de Centroamérica, cuando estas acompañada a veces te encapsulas o te metes en una burbuja que es más difícil acceder a las personas y que las personas accedan a tí.
Solo estuve 3 maravillosos días en este lugar, pero merecieron la pena.
El primer día renté un auto y manejé hasta San Juan del Sur, el Sol me recibió con los brazos abiertos, el lugar muy limpio, cada persona que conocí muy atenta, es una playa muy tranquila con muchos negocios de comida sobre la playa, los precios muy accesibles y la comida deliciosa.
No hay nada que me guste más que el sonido de las olas del mar golpeando la orilla, olas no muy grandes, perfectas. Pude notar que había mucho turista Europeo, uno de ellos me cuenta su historia pasea en moto por todos los países y reside en Costa Rica. Antes de que oscureciera manejo de vuelta a Managua.
Día 2
Devolví el auto a la agencia, haciendo un autoanálisis del día anterior, ¿Cómo iba a sumergirme en la cultura y su gente de lo que tanto hablo en un carro rentado? Así decidí darme un baño de pueblo como decimos en mi país, me acerqué a la parada de buses esta vez con dirección a Ometepe, Una isla con dos volcanes en medio de un Lago, mágico. Pregunté a las personas en la estación de buses todos muy amables me guiaron hacia el bus que debía tomar, estuve todo el tiempo hablando con un joven muy agradable con muchos sueños por cumplir, trabajaba en esa área, aprendí mucho de él me hablo de la producción de plátanos, de los diferentes tipos de cañas que existen en el área y de los países con los que compiten y que le gusta a los diferentes mercados, en fin definitivamente que cada persona que nos encontramos en la vida tiene algo que ensenarnos y este ser de luz me enseno muchísimo, de lo que conversábamos y además de su cultura, sus gestos, su forma de expresarse.
Finalmente llegué a donde tenía que bajar, allí tuve que comprar un ticket para el ferri y trasladarme a la isla, estaba muy lleno tuve que esperar mi turno, mientras tanto comí en un local del área y la atención fue A+.
Al momento de trasladarme a la isla confieso me marean mucho los ferri o los botes pequeños por lo que le traslado para mí fue un poco incómodo, llegue, no tenía donde hospedarme esa noche por lo que caminé a los alrededores y alquilé un cuarto una vez asegurado el lugar donde dormir me fui a una piscina natural, es impensable todas las cosas que la naturaleza tiene para nosotros pasé la tarde en ese lugar leyendo cuando se hacía más de noche decidí regresarme, lo pensé muy tarde que ya no habían transportes para regresar, una vez más alguien del pueblo se ofreció a llevarme de vuelta.
Comí en un lugar muy acogedor comida italiana y una copita de vino. Todo muy tranquilo.
El día siguiente… Lo inesperado…
Habían vientos mayores a los permitidos para navegar, las salidas de los ferris estaban canceladas y yo debía volver a tomar mi vuelo, muy asustada por lo que podría pasar, con esperanza y fe de que fuera a favor de mis planes.
De repente… me encuentro a un grupo de conocidos y amistades quienes habían traído el auto en el ferri afortunadamente pudimos salir y ellos al llevarme pude recuperar las horas perdidas para tomar mi vuelo. Conocí otro ser de Luz que hoy día puedo llamar amigo, un chico mexicano de Monterrey con ideas maravillosas.
Definitivamente cuando uno espera lo mejor sucede lo mejor.
Con esta experiencia seguramente me animo a viajar sola otra vez, y espero que tú también lo intentes.
Sharaiz V.